Desde Espacio Psicológico junto con la vertiente de la consulta psicológica ( espacio que posibilita encontrar al pulso de cada persona respuestas a los interrogantes que se plantea o le presenta la vida) también   apunto  a construir un espacio  para pensar el lugar del hombre, del sujeto en su trama; su cultura. El hombre teje la cultura y la cultura deja marcas en el hombre.

La palabra, sabe latir en cada expresión y en su articulación hace trazo, lazo, sendero... y un lugar.

Desde que nacemos y aun antes recibimos palabras... 

El ser humano, el ser hablante es impensable sin la palabra, sin su contexto, sin sus lazos, sin su época, sin su historia personal y la de sus antecesores. Los sucesos hacen a una época, hacen a su historia, pero el hombre es quien cuenta, él es protagonista y el novelista de cada página. 

Cada persona tiene en sus manos, la posibilidad de escribir los puntos de giro de su propia historia. Trazos, la historia,  cronología, y nuevas significaciones que hacen pùntos de giro a la historia, a las elecciones y a una posibilidad de disfrute.

 « Nous ne sommes pas des mottes de terre glaise et l’important n’est pas ce qu’on fait de nous, mais ce que nous faisons nous-même de ce qu’on a fait de nous ».

Traducción: « Nosotros no somos terrones de arcilla, lo importante no es lo que se hace de nosotros, sino lo que hacemos nosotros mismos de lo que han hecho de nosotros »
La frase es de Jean-Paul Sartre

Interrogantes del vivir  y  un paseo desde la palabra por la poesía y otras formas del arte enlazadas al tiempo. El ser humano anuda su tiempo presente, el pasado y una imagen del porvenir.... “EL olvido esta lleno de memoria que a veces no caben las remembranzas” (Benedetti- Ese gran simulacro)

En Espacio Psicológico,  pretendo construir  un espacio donde alojar a los interrogantes que nos trae cada época y a cada persona junto con su palabra y sus deseos, de acuerdo al pulso de su propio tiempo...

Desde Espacio Psicológico, les doy la bienvenida.

Lic. Gabriela Neira

“Yo vivo y, justamente, el siglo se marcha.

Se siente la ráfaga producida por su enorme página

en la que Dios, y tú, y yo hemos escrito

y que ha vuelto, desde muy arriba, una mano suprema...

Ya se siente el crujido de una página nueva

en la que todo, todavía, está por escribirse...”

Rainer María Rilke